El parate que estamos viviendo en nuestra ciudad asusta. Hace muchos años que no se observa una ciudad tan deprimida como se ve este último año.
Si usted observa el comercio local, notara que muchos de sus propietarios (comerciantes, empresarios, emprendedores etc), suelen estar afuera de sus negocios viendo pasar a los transeúntes como buscando una explicación de porqué bajo tanto el consumo.
El aumento de ofertas apenas mueve el amperímetro de las ventas. El bolsillo de la gente no da más. La noche esquelense parece de un día de semana de mucho frio y nieve de los 80. NO ANDA NADIE.
Solo algunos nichos mueven la aguja. Supermercados y farmacias a la cabeza. Alguno que otro también. El resto…A LAS MORATORIAS Y EMBARGOS…
En este contexto surgen noticias de un probable cambio de gabinete municipal que en principio no sería mala idea si de renovar aires con nuevas propuestas se tratara. Aunque lo que se rumorea en el ambiente es algo distinto. Por los nombres que se barajan en forma anticipada se trataría de compromisos políticos más que de una estrategia dirigida a lograr metas que la comunidad demanda, como la generación de trabajo por ejemplo.
En ese contexto surgen algunos proyectos presentados como el “Compre Local” (Silvana Sanchez Albornoz) que en principio también parecería bueno. Si no fuera porque esto ya se ha hecho antes, cosa que no se entiende porque se presenta nuevamente, lo que a las claras muestra que existiendo ya este proyecto no debe cumplir con el objetivo propuesto. ¿Sino para que se presentaría nuevamente?
Además este tipo de proyectos suele quedar al arbitrio del ejecutivo, lo que hace que la discreción no tienda a la equidad. Se suele ver como algunos suelen recibir la mayoría de los beneficios. Esto no es nuevo.
Lo cierto es que para que Esquel despegue como destino (que es lo que resolvería gran parte de la falta de circulante que escasea en nuestra comunidad), es necesario poner toda la materia gris en generar al menos un proyecto de la magnitud y características que se ha llevado adelante en Trevelin: LOS TULIPANES.
Esto generaría trabajo, nuevos emprendimientos comerciales de habitantes locales, trabajos para los artesanos y emprendedores sociales, mayor recaudación, y posibilidades de arrojar sobre la comunidad beneficios sustentables en el tiempo, y NO SOLO GANANCIAS TELEDIRIGIDAS HACIA UN SOLO SECTOR.
Se podría pensar en proyectos jamás estudiados, como la existencia de aguas termales tan mencionada décadas atrás (que nunca se llevó adelante), inventar algún tipo de paseo místico o enigmático en la LAGUNA LA ZETA, revisar proyectos “guardados” como Esquel ciudad segura, e incluso vender a nivel internacional a Esquel como la ciudad del “NO A LA MINA”.
Estas propuestas podrían resultar extrañas, inclusive para quienes tienen su bienestar asegurado irrisorias, pero hay que tener en cuenta que muchas comunidades han dado paso a la imaginación para generar nuevos atractivos porque los tradicionales no bastan. La gente demanda más. Ejemplo de este tipo son “EL LABERINTO” en la comunidad de EL HOYO, o los “gnomos” en Bariloche. Son atractivos que suman a los de gran envergadura que configuran una posibilidad más, y que despiertan el interés de los niños/as que muchas veces son quienes llevan a los padres a definir el destino.
Volviendo al principio. Los cambios de aire son buenos. Siempre lo fueron. Pero esos cambios deben contener además nuevas ideas que saquen del estanco en el que nos encontramos. Al menos intentarlo. La comunidad lo necesita. Saber leerlo a tiempo es un atributo que convierte a los gobernantes en Estadistas que es lo que en definitiva hace que sean recordados con cariño y a su vez les da chances de ser reelectos.
FUENTE DE LA FOTO DE ENTRADA: RED 43.-